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Agnes Keleti: 100 años de historia de la medallista olímpica más longeva

| Redacción Marca Claro

La atleta más longeva del mundo cumplió 100 años el pasado mes de enero | olympics.com

Agnes Keleti, medallista olímpica en Helsinki 1952 y Merlbourne 1956 cumplió el siglo de vida el pasado 9 de enero, convirtiéndose así en la medallista olímpica más longeva del mundo, y qué mejor momento, para celebrar su vida y carrera llena de éxitos que a solamente siete días de dar arranque los tan peculiares Juegos Olímpicos de Tokyo 2020. Durante toda su vida, Keleti se ha caracterizado por ser una mujer alegre y motivacional, lo que la llevó a ser entrenadora una vez que su carrera como atleta llegó a su fin. En los 100 años de vida que tiene, ha vivido inmensos cambios, pero siempre con esa luz que tanto le ha caracterizado y que le ha servido para seguir iluminando el mundo entero y a los atletas que ha guiado en los últimos años. A solamente unos días de que Tokyo 2020 de inicio la atleta judía ve con muy buenos ojos la llegada de la nueva generación de atletas, y en su opinión están listos para llenar de alegría y motivación al mundo entero.

Nacida el 9 de enero de 1921 en Hungría, dentro del seno de una familia judía, Keleti se convertiría en la atleta con ciudadanía israelí con más medallas olímpicas, no sin antes haber obtenido grandes éxitos a lo largo de toda su vida. El primero de estos fue a sus 16 años, cuando ganó el campeonato nacional de gimnasia, mismo que ganaría nueve veces más antes de su retiro en 1956.

Sus primeros años de vida, a pesar de que lograr algunos éxitos en el mundo de la gimnasia, fueron muy difíciles, ya que vivió el estadillo de la Segunda Guerra Mundial, de la cual escapó una vez que a todos los judíos en Hungría se les obligó a vestir una estrella amarilla para identificación, a lo que la atleta se negó a hacer. Gracias a esto, aprovechó la oportunidad de escapar del país y asentarse en una villa lejana, donde tuvo la posibilidad de trabajar como empleada doméstica. Durante esta guerra, un total de 550,000 húngaros judíos fueron asesinados en Hungría, incluyendo una gran parte de su familia, como su padre. Gracias a estos aspectos, Keleti no pudo competir en unos Juegos Olímpicos hasta la edad de 31 años, en Helsinki 1952, sin dejar por un lado que tuvo la preparación adecuada para las dos ediciones anteriores, Londres 1948, a la que no pudo asistir por una lesión en los ligamentos y a Tokyo 1940, por el estadillo de la guerra mencionada anteriormente.

Medallas olímpicas

La gimnasia es uno de los deportes con mayor desgaste en el mundo, no por nada, el promedio de atletas de esta disciplina durante Rio 2016 fue de 19 años. En el caso de la edición celebrada en Helsinki 1952, dicho promedio era de 23 años, casi diez años menores que Agnes Keleti, lo cual no impidió que la atleta húngara buscara su propia gloria y ganar un total de cuatro medallas a sus 31 años, una de ellas, de oro en la competencia de piso, empezando así a marcar su nombre en la historia de los Juegos Olímpicos.

Melbourne 1956 se convertiría en otra gran actuación para Keleti, ya que durante esta edición se pudo hacer de seis medallas más olímpicas, cuatro de estas, de oro. Fue la gimnasta más exitosa en dichos Juegos, así como la atleta más condecorada en cualquier disciplina. Haciéndose de esta forma, en una de atletas judías con más medallas en todos los tiempos a los 35 años de edad.

A pesar de que Melbourne 1956 marcó la mejor actuación de Keleti, también fue uno de los disruptivos de su carrera como atleta ya que después de que conflictos en su país surgieran de manera infame gracias a un partido de waterpolo en los equipos soviéticos y húngaros, Agnes Keleti se vio obligada a no regresar a su ciudad natal, por lo que recibió asilo político en Australia hasta 1957, cuando emigró a Israel. El partido en cuestión fue catalogado como un encuentro de rencor que pasaría a ser conocido en la historia de los Juegos Olímpicos como ‘sangre en el agua’

Una vez en Israel, dos años después de su llegada, se casó en 1959 y empezó a formar una familia para después conseguir un trabajo en la Universidad de Tel Aviv y el Instituto Deportivo Wingate en Netanya, puestos en los que pudo brindar su sabiduría y experiencia en el mundo del atletismo.

Actualmente vive en su natal Hungría, después de haber regresado 59 años más tarde de los Juegos Olímpicos de Melbourne 1956, unos Juegos históricos en su vida personal como de la misma competencia. “Estos 100 años me hacen sentir como 60” dijo la atleta durante la celebración su 100 aniversario el pasado mes de enero.

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