Nunca prometió ubicarse en un lugar sobresaliente, tampoco prometió una medalla en los Juegos Olímpicos de Invierno Pyeongchang 2018. En realidad su objetivo fue el de tener una participación histórica que marcara un precedente de la intervención, por primera vez, de un mexicano en el cross country de unos juegos olímpicos de invierno.
Por ello, Germán Madrazo regresó a México orgulloso de haber cumplido con su meta y haber obtenido un triunfo personal relacionado más con un hecho de superación y tenacidad, que un logro competitivo.
“Mi objetivo era dar un mensaje a los jóvenes, o a las personas de 40 años que nunca es tarde para empezar, que se vale luchar, que los sueños se cumplen, que te dediques a ti, a cumplir tus sueños y en la medida que lo hagas tendremos un México mejor”, comentó el deportista tricolor quien en Pyeongchang 2018 finalizó en el lugar 116 y último del cross country a 15 kilómetros.
Germán Madrazo: “Tenía que regresar el gran honor que me hizo México
“No es que festejara el lugar en el que quedamos, festejamos que lo logramos, que valió la pena”, agregó Madrazo al recordarle la imagen de solidaridad y deportivismo que dio la vuelta al mundo cuando otros competidores esperaron al mexicano en la meta para abrazarlo y felicitarlo por haber cumplido con el recorrido de 15 kilómetros y que “refleja el espíritu del olimpismo”.
Pese a las críticas recibidas, el también triatleta aseguró que para los Juegos Olímpicos de Invierno 2022 en Beijing, China buscará nuevamente clasificar a la justa olímpica.
Sin embargo, no descartó que para entonces haya jóvenes que le estén peleando la plaza olímpica: “en cuatro años voy a tener 47 y me gustaría que hubiera algún chavo de 28 o 30 años que me gane la plaza, me daría mucho gusto de verdad porque entonces quiere decir que la historia inspiró a más gente y logró que el mensaje llegara a más atletas mexicanos”, enfatizó Germán Madrazo.
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