A poco más de dos semanas de dar la vuelta al mundo por su actuación en los Juegos Olímpicos de Invierno de PyeongChang 2018, el esquiador mexicano, Germán Madrazo, nos acompañó en Deportes en Claro para hablar sobre su emotivo cierre en la prueba de 15 kilómetros de cross country.
"Fue complicadísimo porque jamás había intentado esquiar con una bandera", bromea Madrazo, quien destacó el compañerismo del resto de los competidores, quienes lo levantaron en hombros pese a llegar en la última posición: "Son las amistades que se forjaron durante el período de calificación, tantas competencias en las que no lo lograbas, en las que algunos ya lo habían logrado. Algo que hacíamos era que cuando uno lograba la clasificación, lo levantábamos. Y como yo no tuve festejo cuando clasifiqué porque en Islandia se nos venía un tormentón y no hubo forma".
Además, cuenta cómo fue que se enteró de su calificación a PyeongChang 2018 y lo más complicado de lograr el objetivo:
"Lograr la adaptación técnica fue lo más difícil. Me ayudó muchísimo tener todas esas horas de entrenamiento de los otros deportes. Cuando llegué tenía mejor condición física que muchos contra los que estaba compitiendo. No hubiera logrado jamás la clasificación en 12 meses, si no hubiera tenido esa base aeróbica y el trabajo de velocidad".
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