La patinadora rusa Alina Zagitova, quien le quitó el récord olímpico a una compatriota en cuestión de minutos e impuso uno nuevo (89.92) en el programa corto, se ha terminado de coronar hoy con la medalla de oro en la final del patinaje artístico individual tras conseguir una puntuación total de 239.57, para convertirse en una de las atletas olímpicas más joven en obtener la presea dorada.
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Con tan sólo 15 años, Zagitova es la segunda patinadora más joven de las competidoras, sólo por detrás de Hanul Kim, quien nació un mes y siete días antes, se colgó la segunda medalla de oro para Rusia en el patinaje artístico, también su segunda presea en PyeongChang 2018, y a su vez la primera para su país en los Juegos Olímpicos de Invierno.
Desde los cinco años, la nacida en Izhevsk, Rusia empezó en su deporte, pero fue hasta los siete cuando dio el salto al practicarlo en alto rendimiento.
La frase que la describe es: “mientras más difícil son las cosas, mejor para mí” y ayer lo confirmó al en sus primeros Juegos de Invierno terminar en primer lugar en su prueba individual y automáticamente ser la favorita para el metal dorado.
En 2017 recibió el título de maestra en el deporte internacional por la Federación de Rusia y su modelo a seguir es su compatriota Evgenia Medvedea, a la que le quitó el récord y con la que buscarán darle el mejor puesto a Rusia.
Durante su rutina de la prueba final, Zagitova empleó la música de Don Quijote de Leon Minkus, para maravillar al mundo con sus espectaculares movimientos y convencer a los jueces, sí es que había duda, que era digna del oro olímpico.
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