Las 229 porristas de Corea del Norte, parte de la extensa delegación, han llamado la atención de manera positiva y negativa de los asistentes a los Juegos Olímpicos de PyeongChang 2018.
El New York Times dio a conocer un trabajo de la reacción de los aficionados y expertos en temas políticos.
“Luce muy bien. Entiendo las críticas hacia ellas por estar aquí, pero pienso que debemos ser positivos y de mente abierta. Somos las mismas personas”, dijo Hyun Myeong-Hwa, ciudadana norcoreana de 58 años.
El mismo medio estadounidense señala en su trabajo que las porristas de Corea del Norte han sido criticadas porque se piensa que han sido utilizadas como medio de propaganda del dictador Kim Jong-un.
“Ésta es otra parte de su estrategia de 'encantar y buscar la paz'. Si analizas todo, es un gran espectáculo”, comentó Duyeon Kim, alto miembro visitante del Foro Futuro de la Península de Coreana.
Para llegar a la competencia del lunes, tuvieron que ir en ocho camiones durante hora y media, acompañados por seis patrullas, desde un resort en Inje Speedium, que es una pista para motos, ubicado en el Monte Sorak.
Las porristas ocupan un condominio ahí ubicado y están divididas en 108 habitaciones, compartiendo entre dos personas en la mayoría de los casos. En donde se hospedan, también hay un grupo de 21 reporteros norcoreanos y los cuartos cuentan con internet y dos televisiones, de acuerdo al New York Times.
Cuando es la hora de comer, lo hacen en grupos de 30 o un poco más, acompañadas de dos hombres mayores a ellas y siempre entran al comedor en dos filas ordenadas y de la misma forma lo abandonan.
La disciplina no sólo es durante la hora de comer, sino que en las competencias han vestido uniformes iguales, cantado y bailado porras que se ven bien ensayadas y cada una ha cargado con una bandera de Corea unida, con el Norte y el Sur de color azul. Sus cánticos son acompañados de consigas a la paz.
Hasta para ir al baño tienen un ritual. Van en grupos y siempre acompañadas y sólo lo hacen antes y después de la competencia a la que asistan. No dan un paso solas y siempre tienen a los hombres mayores cuidándolas.
El periódico estadunidense remarca que, a veces, las porristas lucen distantes a lo que pasa en su entorno, como si estuvieran programadas para solo apoyar.
“En otras ocasiones parecían totalmente ajenos o indiferentes a su entorno. En el segundo período, un hombre estadounidense le propuso matrimonio a su novia en el tablero de video de la arena, ganando estruendosos aplausos y luego una larga ronda de cálidos aplausos de la multitud embelesada. Mientras tanto, los norcoreanos, mirando al frente, nunca dejaron de cantar: ‘Somos uno’”.
Jenny Town, directora asistente de Corea del Norte en la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados de la Universidad Johns Hopkins, mencionó que las porristas son preparadas como atletas de alto rendimiento y provienen de familias de élite de la capital norcoreana, Pyongyang.
Una desertora norcoreana, Han See-hee, quien fue elegida como animadora hace 16 años, dijo que las miembros de la escuadra de animadoras provenían en su tiempo de compañías de teatro y que muchas de ellas pertenecían a una banda asociada al Ministerio de Seguridad del Pueblo. Dijo que no era su trabajo pila, pero que las podían llamar para trabajar por temporadas a tiempo completo para prepararse para una competencia.
Para ser parte del colectivo, tienes que apoyar al régimen, venir de una familia correcta y cumplir con los requisitos de edad (a principios de los 20 años) y estatura, mayor a los 160 centímetros. También mencionó que no hay paga, pero que las que son miembros ven la oportunidad de viajar por el mundo.

Foto: ApPorrista sosteniendo la bandera de Corea unificada.

Foto: ApSiempre están ubicadas todas juntas.

Foto: ApApoyando a su equipo de Hockey.

Fuente: ReutersUna de ellas posando a la cámara.

Fuente: ReutersSosteniendo la bandera de Corea del Norte.