Lindsey Vonn esparció las cenizas de su abuelo, Don Kildow, a quien le dedicó su participación en PyeongChang 2018, cerca de la montaña en donde participó en su última competencia.
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Lo hizo en una roca que hace un año, cuando fue invitada para ser embajadora de los Juegos de Invierno, le pareció especial.
Su abuelo, que falleció a los 88 años, ayudó a Corea del Sur en su guerra contra el Norte en la Guerra Fría y estuvo en Jeongseon, cerca de las competencias de Vonn.
“Sé que para él hubiera sido especial regresar a Corea del Sur. Una parte de él estará por siempre aquí”, le dijo a AP.
La esquiadora de 33 años concluyó su participación en los Juegos Olímpicos de Invierno PyeongChang 2018 con un bronce en Descenso, una de las tres competencias que realizó.
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